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viernes, 26 de febrero de 2010

continuacion de Los origenes del bon El arte tibetano de la serenidad. Christopher Hansard

Asi fue como conoci a mi maestro. Urgyen (dierecis en la u) Nam Chuk fue uno de los ngagpas enviados al estranjero para formar nuevos seguidores. En Nueva Zelanda, donde mi familia se habia establecido , fue donde el se puso en contacto con mis padres. Un dia se presente y les expico que representaba una tradicion espiritual tibetana que, segun calculos astrologicos, indicaba que yo podia ser candidato para recibir sus ense;anzas. Mis padres aceptarion volver a ver al maestro y estuvieron de acuerdo en que estudiara con el si yo asi lo queria. Yo estaba muy contento de recibir las ense;anzas suyas, y en cuanto le vi supe que iba a ser alguien importante en mi vida. Mis padres conocian la tradicion de la reencarnacion de los maestros espirituales, comun al bon y al budismo. Les explico que no era un maestro encarnado, sino una persona con unas facultades especiales y particulares y una inusual conciencia que necesitaba recibir una cierta formacion. Durante los siguientes 23 a;os fue mi maestro, mostrando siempre bondad, paciencia, compasion y respeto. Nunca me trato como alguien especial, solo como un chico corriente que estudiaba con el. Me ense;o habilidades y las creencias del bon, y tambien sus misterios y maravillas. Aparte de ser un experto en yoga tantrico y un lama, o maestro religioso, era un practicante de la medicina bon. Tambien era un chaman, no la clase de chaman que entra en trance despues de ser poseido por los dioses, sino uno formado en un conocimiento especial que le permitia practicar la magia. Era un merlin del Tibet, curandero mistico, mago, y maestro de los milagros, el y otros ngagpas.
Hasta los 27 a;os estudie con el. Poco tiempo despues murio. Siempre me dejo claro que debia usar los conocimientos que me habia dado del modo que a mi me pareciera mas adecuado. Al final fui a vivir a Gran Breta;a y funde el Eden Medical Centre, un centro concebido para tratar los problemas fisicos, espirituales y emocionales. En el centro practico la medicina tibetana junto con un dedicado grupo de otros profesionales practicantes de la medicina alternativa y ortodoxas.
El arte tibetano de la serenidad trata sobre un aspecto en concreto de la existencia humana: la relacion que mantenemos con el miedo. La finalidad del miedo es ayudarnos a encontrar el camino hacia la serenidad. Si estamos dispuestos a ello, el miedo puede ser un guia y un aliado en nuestro viaje interior que nos conduzca al autentico gozo de una vida serena.
( fragmentos extraidos del libro citado)

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